Carta a la Vicepresidenta de la Comisión y Alta Representante de la Unión Europea Kaja Kallas

mayo 19, 2025

Un llamado conjunto a la coherencia europea: una veintena de organizaciones cubanas pide cambios urgentes en la política exterior de la Unión Europea hacia Cuba 

Durante su visita a Bruselas en la semana del 19 de mayo, previa a las reuniones del Consejo Conjunto entre la Unión Europea y Cuba, Carolina Barrero, beca Sakharov 2024 y directora de Ciudadanía y Libertad, entregó en representación de un amplio grupo de organizaciones de la sociedad civil cubana e internacional, una carta dirigida a la Vicepresidenta de la Comisión y Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas. El documento, actualmente en circulación entre los miembros del COHOM, el COLAC y los Estados miembros, formula cuatro recomendaciones específicas y urgentes para adecuar la implementación del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) a los compromisos jurídicos y democráticos que rigen la acción exterior de la Unión.

A las puertas del Consejo Conjunto previsto para inicios de junio, las organizaciones firmantes alertan que mantener el ADPC en su forma actual —sin correcciones sustantivas— pone en entredicho su legitimidad y expone a la Unión Europea al riesgo de verse asociada a una arquitectura de cooperación que reproduce condiciones de opacidad, exclusión y represión, en abierta contradicción con los valores que el acuerdo se comprometió a promover. En vistas a que, de momento, la Unión Europea no contempla la suspensión del acuerdo a pesar del reiterado incumplimiento por parte del régimen cubano de sus cláusulas fundamentales y de las sistemáticas violaciones a los derechos humanos, resulta imperativo atender, al menos, estas cuatro propuestas urgentes:

  1. Incluir de forma oficial y sustantiva a la sociedad civil independiente cubana en el Diálogo de Derechos Humanos UE-Cuba, asegurando su participación directa en todas las fases del proceso.
  2. Revisar los criterios de elegibilidad a los fondos de cooperación, eliminando requisitos que subordinan a las organizaciones independientes al marco legal restrictivo del régimen cubano, incompatible con los estándares internacionales de libertad de asociación.
  3. Establecer mecanismos eficaces, públicos y transparentes de monitoreo y control sobre el uso de los fondos europeos, que garanticen su alineación con los principios democráticos de la Unión y eviten el financiamiento de entidades vinculadas a estructuras estatales de represión o propaganda.
  4. Poner fin a la práctica de reuniones informales, no reconocidas o a puertas cerradas con actores independientes, y avanzar hacia un canal de interlocución institucional, visible y coherente con los estándares de transparencia, rendición de cuentas y legitimidad democrática.

Las organizaciones firmantes reiteran su plena disposición a colaborar con las instituciones europeas en la construcción de una política exterior más coherente hacia Cuba, una política que no premie con legitimidad diplomática ni con fondos de cooperación a los perpetradores de la represión, sino que respalde de forma clara y firme a los actores democráticos que dentro y fuera de la isla trabajan por los derechos y las libertades fundamentales.

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