Carta dirigida a la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. Audiencia pública del 23 de mayo de 2023.

mayo 23, 2023

CARTA DE LA PLATAFORMA DE ACTIVISTAS CUBA DICE NO A LA DICTADURA LEÍDA POR EL EURODIPUTADO LEOPOLDO LÓPEZ GIL ANTE LA SUBCOMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DEL PARLAMENTO EUROPEO.

23 de mayo de 2023

Señorías,

El mayor responsable de la miseria y la violencia del Estado que asola al pueblo cubano es el régimen de Raúl Castro. Las sanciones económicas -que es el término exacto, no bloqueo o embargo, términos que utiliza la narrativa del régimen para hacerse pasar por víctima cuando son en realidad victimarios-, restringen la capacidad financiera de las empresas de una élite militar en el poder cuyos beneficios no se usan en favor del bienestar social, sino que son empleados para reprimir a los ciudadanos que defienden los derechos humanos y los principios y valores que sustenta la democracia y la libertad.

Para limitar la capacidad de financiamiento de una oligarquía militar, corrupta y opresora existen las sanciones, no para oprimir a los cubanos, ya de eso se encarga la dictadura.

Las sanciones no son responsables de la violencia sistemática ejercida por el Estado cubano, ni de la existencia de miles de presos políticos, ni de los fusilamientos y asesinatos cometidos por la dictadura a lo largo de 64 años. Como tampoco lo es la decisión de construir hoteles en lugar de hospitales durante la pandemia. Estas decisiones son reflejo de las prioridades políticas y económicas de un régimen extractivo al que poco interesa el bienestar de su gente.

Desde el año 2001, entre las excepciones a las sanciones se incluyen la venta y donación de alimentos, medicinas, equipos médicos y productos agrícolas que por toneladas son exportados a Cuba cada año.

La miseria que sufren los cubanos no es consecuencia de las sanciones sino del diseño de un sistema totalitario que busca el control de la población a través del hambre, como lo hicieron los regímenes homólogos de Europa de Este, quienes usaron el hambre para subyugar a los ciudadanos a un ciclo de supervivencia que los mantuviera alejados de la búsqueda de la libertad.

Cuba no es la élite militar y corrupta que detenta el poder sin haberse sometido a elecciones libres, justas y competitivas, en sus seis décadas de existencia. Cuba son los cubanos oprimidos por esa élite, a quienes Europa ha olvidado al reconocer como interlocutor legítimo al primer aliado de Putin en Latinoamérica.

No hay ninguna razón para que los miembros de la élite opresora y extractiva que detenta el poder en Cuba no sean sancionados, de la misma manera que entendemos las sanciones sobre Putin, Ortega, Lukashenko o Maduro. Quizás sea el momento de que Europa considere la posibilidad de un acercamiento multilateral y estratégico, en el marco de un rediseño más efectivo y directo de las sanciones sobre las operaciones y capacidad de financiamiento de la oligarquía militar que ha usurpado el poder en Cuba, mientras garantiza el apoyo a la sociedad civil pujante.

La mejor manera en que Europa puede apoyar a Cuba es respetando la voluntad de libertad de los cubanos, condicionando sus relaciones a la liberación de todos los presos políticos y a la consolidación de una transicióndemocrática.

Confiamos en que será posible.

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